Depresión en el trabajo: ¿Eres tú o el trabajo?
Todos nos sentimos estresados en el trabajo. Hay esos días horribles en los que todo parece ir mal, en los que los malentendidos campan a sus anchas y simplemente no puedes llevarte bien con tu jefe, empleado o compañero. La gente está constantemente estresada en el trabajo. El trabajo se convierte en nuestro segundo hogar y tendemos a copiar dinámicas familiares y relaciones que reflejan las que tenemos con padres y hermanos. Puede ser agravante y molesto.
¿Es tu trabajo realmente el culpable de la depresión?
En realidad, el trabajo no puede causar depresión. Si alguien es propenso a sufrir depresión, el trabajo puede ser beneficioso o perjudicial. Pero alguien no puede deprimirse sólo por las noticias. Deben estar pasando otras cosas.
El dolor psicológico y el sufrimiento en el trabajo, sin embargo, no es un problema pequeño, y no sólo afecta al individuo.
Es la sensación de que uno no tiene control sobre su trabajo - por miedo a perderlo, a no poder tomar decisiones, a no tener ningún control sobre cómo mejorar las cosas. Puede sentirse "impotente". para hacer cualquier cambio o influir en la situación.
Los síntomas de la depresión que proviene de la indefensión aprendida pueden incluir:
- Darse por vencido - no intentar cambiar algo
- Aislamiento social
- Pasividad
- Eficacia reducida en el trabajo
- Habilidad reducida para resolver Problemas
- Procrastinación
- Frustración
- Baja autoautoestima
Algunas de las causas de la depresión laboral
- Trabajo inadecuado. Uno se siente llamado a ser artista pero trabaja como contable.
- Desajuste entre los valores corporativos y los personales. Mantener un trabajo en el que existe malestar ético.
- Culpa de los padres trabajadores."Me gusta mi trabajo, pero siento que debería pasar más tiempo con mi hijo".
- Malestar interpersonal. Tener que relacionarse con personas desagradables o que simplemente tienen preferencias, personalidades o estilos de trabajo diferentes.
- Desajuste entre trabajo y vida personal. Adicción al trabajo y trabajar muchas horas aunque nadie lo pida, y perderse las conexiones sociales fuera del trabajo, así como las aficiones, las oportunidades de relajarse y hacer ejercicio.
- Estrés introvertido/extrovertido. Una persona puede ser extrovertida si trabaja en un puesto o un entorno en el que no hay suficiente interacción entre las personas; o introvertida si trabaja en una oficina abierta con distracciones constantes, sin privacidad y sin suficientes oportunidades para "ir por dentro".
- Luchas económicas. La posible remuneración y las prestaciones no satisfacen las necesidades básicas del trabajador.
- Sentirse atrapado. "Realmente quiero dejar este trabajo, pero no puedo porque (indique el motivo)". Esta puede ser una valoración realista o una respuesta basada en el miedo.