No tengas miedo de hablar en el trabajo, incluso si eres nuevo en él
A la mayoría de nosotros no nos gusta ser el centro de atención en el trabajo, especialmente cuando somos nuevos. De hecho, cerca de la mitad de los empleados no quieren ser el centro de atención ni aportar sus ideas de ninguna manera.
Hay decenas de razones por las que nos negamos a aportar nuestras ideas y pensamientos en el trabajo, especialmente en las reuniones de grupo. Especialmente en esta época de videoconferencias, puede ser difícil sentir que realmente puedes destacar y ser escuchado. Pero hablar y compartir ideas en el trabajo es bueno para todos: para ti, para tu jefe, para tu equipo o departamento y para la empresa en general.
Puede ayudarte a ascender
Si quieres avanzar en tu carrera, es importante que compartas tus opiniones. Cuanto más puedas contribuir, más te verán como un miembro valioso del equipo. Si tu equipo pone en práctica tus ideas de forma sistemática, puede ayudarte a subir la escalera del éxito. Si buscas activamente un ascenso o un aumento de sueldo, participar más a menudo te da más posibilidades de éxito.
Puedes ayudar a marcar la diferencia
Tu empresa te contrató porque te considera un empleado valioso. Tus ideas son tan válidas e importantes como las de cualquier otra persona de la empresa. Tu jefe depende de los miembros de su equipo para ayudarles a alcanzar los objetivos comunes. Si tienes ideas, sugerencias o formas de mejorar las cosas, pueden tener un efecto positivo en el trabajo de todos, incluido el de tu jefe.
Puedes influir en muchas cosas
Si siempre te guardas tus ideas para ti, la gente puede tomar decisiones sobre cosas que te afectan sin tu aportación. Esto puede hacer que te sientas manipulado, frustrado o incluso enfadado contigo mismo por no haber dicho algo antes. Puede que ya seas un colaborador habitual, pero no se te escucha. La clave para hablar con más autoridad en el trabajo es reforzar tu marca personal utilizando tu voz.