Cómo aligerar la conversación con el jefe cuando se está nervioso

Cuando tiene una conversación difícil con su jefe, puede sentirse nervioso. Las palmas de las manos sudorosas y el ritmo nervioso a veces pueden estropear la impresión de tu trabajo, algo que nadie desea.Hay algunos trucos sencillos que pueden hacer que tu entorno de trabajo sea mucho más fácil y te guíen hacia el éxito.
No empieces una conversación con una pregunta: "¿Cómo estás?"
Para tener una conversación exitosa, es mejor no empezar la conversación preguntando "¿Cómo estás?". Es inútil, demasiado abstracto y difícil de responder. En su lugar, muestra más empatía y sé más preciso.Por ejemplo, puedes intentar : "¿Cómo estás hoy?"
1. ¿Vas a hacer horas extras hoy?
2. ¿Cómo has pasado el fin de semana?
3. ¿Tienes algún plan interesante para este fin de semana?
Utiliza algo de tu entorno para hablar
Cuando hables con tu jefe en su despacho, busca algo en lo que centrarte allí; puede ser una obra de arte colgada en la pared o una foto familiar en su escritorio. Empieza preguntando si le interesa el arte, para romper el hielo. Es probable que el supervisor adopte un enfoque más humano.
No espere a que el supervisor le llame
No espere a que le llamen en una reunión de trabajo. A veces los compañeros gritan y tú pierdes la oportunidad de expresar tu opinión.Pregúntate por qué estás hablando. No debe parecer que estás presumiendo. Lo que se habla debe ir al grano. También es importante entender y darse cuenta de qué información debe ser discutida en persona con tu jefe o con tus colegas.
Programa la entrevista para el martes a las 10:30 de la mañana.
También es importante causar una buena impresión cuando te reúnes por primera vez con un posible jefe. Este paso suele producirse durante la entrevista. Los lunes y los viernes no son recomendables para las entrevistas de trabajo porque la gente no está tan concentrada en esos días. El día más óptimo es el martes. Además, es preferible la hora entre las 10:00 y las 11:30, ya que no se recomienda ser el primer candidato en ser entrevistado. Esto se debe a que los entrevistadores compararán inconscientemente a los demás con usted. Ser el último tampoco es bueno porque después de demasiados candidatos, empiezan a sentir la fatiga de la decisión.
