¿Sufre de 'fiebre de cabina' en el trabajo? Sabemos como lidiar con eso
¿Le molesta el lápiz que hace clic constantemente en el siguiente escritorio de la oficina? ¿Un colega que silba constantemente te está volviendo loco literalmente? La alergia social (enfermedad submarina laica) es bastante común en todos los grupos pequeños. No solo con compañeros, sino con una pareja o compañeros de cuarto, empiezas a meterte en conflictos innecesarios, te empiezan a importar pequeñas cosas que antes no habías notado. Algunos enfrentamientos resultan en agresiones innecesarias o incluso en violencia. El hombre simplemente "te sube al cuello". No importa si trabaja en una oficina, en una nave de producción, en un almacén o en una tienda.
¿Te gusta tu trabajo?
Si está satisfecho con su trabajo, se lleva bien en situaciones normales con colegas y superiores, y ama su trabajo, debe manejar su fobia. Averigüe si es necesario perder un buen trabajo solo por el "submarino". No dejes que arruine donde quieres. Los trastornos psiquiátricos también ocurren en algunos individuos que se dejan llevar por la aversión. De nada sirve saber quién tiene la culpa. No hay culpable. Nunca se sabe quién tiene un "submarino" encima.
Hacer un cambio
Intenta cambiar algo. No tiene por qué ser un cambio grande o radical, solo una pequeña cosa. A veces basta con cambiar algo en la oficina, un nuevo trabajo o nuevas ideas. Las nuevas actividades que emplearán a todo el equipo pueden traer una brisa fresca a la atmósfera sofocante.
Tómate un descanso de ti mismo
La mejor manera de ayudarlo a deshacerse de la fobia social es tomarse un descanso de sus colegas. No verlos, no asociarme con ellos, no estar en contacto con ellos. Tenga un fin de semana extendido, tómese unos días libres y relájese. En el trabajo, trate de comunicarse lo menos posible con un colega con el que se sienta fóbico. Utilice los correos electrónicos del trabajo u otro colega como intermediario.
Ser reasignado
Si el descanso o las vacaciones no ayudan, intente pedirle a su supervisor que se cambie de trabajo. Intente moverse al otro extremo de la oficina o al otro extremo de la línea de producción. A veces, incluso unos pocos metros son suficientes para deshacerse de su aversión.